La embarcación se encontraba hace unos años en Portocolom, restaurada, pero sin motor y sin ningún tipo de uso. Era y es propiedad de la Associació d'Amics del Museu Marítim de Mallorca y fue declarada hace casi 10 años Bien de Interés Cultural (BIC). Se trata de Alzina, un llaüt de 1945, ejemplo de la navegación tradicional mallorquina. Su relativo ‘abandono' despertó hace años el interés de Gabriel Rosselló Torres –fallecido recientemente–, primero a título personal y más tarde a través de la Associació Alzinaires, creada hace un año con el objetivo de cuidar y dinamizar esta embarcación.
«Se creó esta entidad en 2016. Cuando mi marido falleció, yo cogí el testigo para que no se perdiera todo lo que él hizo. Unavez constituida, firmamos un acuerdo con la Associació d'Amics del Museu, que nos cedió el uso y nos convertimos en responsables de la dinamización de la barca. Somos cerca de 60 socios y hacemos frente a los costes de su mantenimiento, unos 3.000 euros al año mínimos, entre pintar, combustible...», afirma Catalina Oliver, presidenta de los Alzinaires.
Este año se necesita cambiar todos los cabos de la embarcación, además de pequeñas reparaciones que van surgiendo con motivo del contacto de la madera con el agua. «Necesitaríamos alrededor de 300 socios más para poder hacer frente a todos los gastos con una mayor tranquilidad. Serlo supone pagar 50 euros al año, que implica poder navegar en el llaüt (siempre acompañados por un patrón como mínimo) y aprender, incluso a navegar. Alzina no es una embarcación que esté abierta a todo el público. Es necesario ser socio, aunque, si hay plazas libres, también pueden acceder personas que no lo son», explica Catalina Oliver. «El Alzina tiene que seguir a flote, no vamos a dejar que se hunda», señala Oliver.
Durante este verano el Alzina ha participado en regatas de vela latina y ha salido a navegar todos los fines de semana.