Mujeres investigadoras de diferentes instituciones académicas españolas y francesas han coincidido en lamentar que se les exija más que a los hombres y que tengan que estar «probando constantemente» que sirven para el trabajo que realizan, tal y como han expresado en la mesa redonda 'Mujeres y Matemáticas', en el marco del IV Congreso de Jóvenes Investigadores, que se celebra estos días en Valencia.
Es el caso, por ejemplo, de la investigadora de la Universidad de Rennes Elisa Lorenzo, quien ha sufrido discriminación en su trabajo, «hasta el punto de tener que estar probando constantemente» que puede llevar a cabo este trabajo.
«Mi pareja trabaja en el mismo departamento que yo y, en las conferencias, sistemáticamente la gente piensa que sólo soy su novia, y más de uno ha insinuado que mi puesto lo tengo gracias a él y no porque me lo merezca», ha lamentado durante la mesa redonda.
En la misma línea, María Cumplido, también de la Universidad de Rennes, ha destacado que existen «discriminaciones sutiles» que reducen las oportunidades de las mujeres y ha criticado que, en ocasiones, se llegue a fomentar la competitividad entre las propias investigadoras.
Por su parte, desde la Universidad Autónoma de Madrid, Mar González, ha incidido en la «falta de apoyo institucional» y en los «problemas de flexibilidad y estabilidad que complican la maternidad, a diferencia de las facilidades que se ofrecen en otros países».
De la misma opinión, Soledad Fernández, de la Universidad de Sevilla, también ha lamentado que «la posibilidad real de conseguir un contrato estable que te permita compaginar la vida familiar y profesional es prácticamente inexistente y eso no hace más que acentuar esa desigualdad en el mundo de la investigación».
Desde la Universidad de Zaragoza, la investigadora Carmen Rodrigo ha puesto el acento en el hecho de que, «cuanto más se avanza en los escalafones académicos, menos mujeres se encuentran», lo que ha atribuido a las circunstancias familiares y sociales a las que se enfrentan. «Hay que renunciar a muchas cosas y realizar sacrificios personales para conseguir una plaza permanente en la universidad si eres mujeres», ha puntualizado.
Según todas estas expertas, a los barreras para conciliar la vida profesional y académica hay que añadir una tendencia a que a las mujeres «se les exija más, obtengan menor reconocimiento y sean víctimas de estereotipos y sesgos».
La Real Sociedad Matemática Española, organizador de este congreso en la Facultat de Matemàtiques de la Universitat de Valencia del 4 al 8 de septiembre, es una institución sin ánimo de lucro que tiene entre sus fines el desarrollo de las matemáticas en España.