Con la inminente llegada del mes de septiembre, muchas personas finalizan sus vacaciones y deben volver a la rutina y a la cotidianidad, con todo lo que conlleva. Por tanto, regresar al trabajo supone un martirio para muchos. Tanto es así que, según un estudio realizado por Aora Health, un 67,91 por ciento de los españoles sufre estrés postvacacional, de estos, a un 29,30% les cuesta «mucho» y «muchísimo», a un 13, 49%.
El estrés o síndrome postvacacional es definido como un proceso de inadaptación psicológica a una nueva situación que supone una serie de requerimientos y demandas para la persona diferentes a sus actividades anteriores. Si la persona en cuestión no gesta bien este proceso, la permuta se intensifica, originando síntomas como la ansiedad, la tristeza, el malestar, poco rendimiento, cansancio, etc. Además, son más propensos a experimentar estos síntomas aquellos que se sienten incómodos con sus puestos de trabajo.
De esta manera, delante todos los problemas e inconvenientes que presenta el fin del período de vacaciones, proponemos a nuestros lectores siete consejos para evitarlos:
■ Regresar al hogar unos días antes de terminar la vacaciones. Empezar a levantarse un poco más temprano y así prepararse física y mentalmente para la incorporación al trabajo.
■ Retomar la actividad laboral a mitad de semana y, al ser ésta más corta, empezar progresivamente.
■ Es recomendable dividir el período vacacional, repartiéndolo durante el año, y no concentrado en una sola temporada.
■ Las tareas es mejor organizarlas de manera gradual, de menor a mayor dificultad e intensidad.
■ También es muy importante no llevar el trabajo a casa.
■ Es recomendado comenzar la jornada laboral sin ponerse presión y compaginar el trabajo con actividades lúdicas (relaciones sociales y familiares) o saludables (hacer deporte y dormir ocho horas).
■ Abordar la vuelta de las vacaciones desde una óptica positiva, sentirnos felices por tener trabajo o ponerse retos y desafíos profesionales.