Un «cara anchoa» pero más a lo bestia, si cabe. El youtuber Will Zeven es otro de esos jóvenes que se ganan la vida gastando bromas pesadas a gente que no conocen, poniendo en claro peligro su integridad física.
La última consistía en un particular juego: 'beso o patada en los testículos'. El descriptivo nombre del pasatiempo es de lo más fiel a la realidad, y todo estaba más o menos bajo control hasta que se acercó a una chica, a quien se le olvidó comentarle a Will que era una experta practicante en artes marciales.
La cosa es tan patética como parece. La chica le da su merecido y el pobre Will se marcha de allí con un dolor bastante intenso. El mismo no le abandonó en las dos semanas siguientes, y claro, el joven empezó a olerse algo.
Fue al médico y este le comentó que sus peores temores se habían cumplido: su gónada había quedado literalmente hecha añicos, y tuvo que ser operado de urgencia. Ahora, el chico tiene como propósito encontrar a la pateadora, para hacerle recapacitar, y que vea que todo se trataba de un juego y que no hacía falta golpear con tanta fuerza.
Todo este relato y el vídeo que lo plasma han tenido un considerable número de reacciones en las redes sociales. Las opiniones varían, desde aquellas que creen probado que Will Zeven no es del año de las luces, y las que afirman que la chica de la patada es una malvada violenta.