Si su vehículo ha sufrido una abolladura a causa de un golpe, tal vez pueda probar la ingeniosa y sorprendente técnica de esta chica, que en muy pocos segundos consigue hacer volver la chapa a su sitio original con tan solo la ayuda de un consolador.
Es mano de santo. «Al final mi regalo va a servir para algo», comenta una joven a la propietaria del vehículo, que se dispone a probar la eficacia del juguete erótico para un menester distinto al que uno sospecharía en primera instancia. Visto el resultado, podemos concluir que el efecto ventosa hace milagros.