Sergi Santos es un ingeniero electrónico y científico que ha creado el prototipo de la primera muñeca erótica inteligente.
El ingeniero asegura que decidió crear estas muñecas «cuando vio que Barcelona se estaba convirtiendo en un burdel universal».
Sergi quiere que las personas que usen la muñeca se enamoren de ella y no sólo la quieran para tener sexo. Estas muñecas están creadas con materiales antibacterianos y reaccionan a los estímulos a través de sensores.
Santos dice que «primero está en un modo romántico y quiere que la toques por las caderas, después se va excitando y ya te propone tener sexo con ella».