La cadena de televisión estadounidense Arts and Entertainment (A&E) decidió cancelar un programa de telerrealidad sobre el Ku Klux Klan menos de una semana antes de su estreno, informaron los medios locales.
El diario The Washington Post cita en su edición a un portavoz de A&E que indicó que la decisión se tomó después de enterarse de que los productores del programa, ajenos a la cadena de televisión por cable, habían efectuado pagos para «asegurarse» el acceso a los participantes del grupo racista.
Pagar a los participantes viola la política de la cadena, agregó.
La primera temporada de la serie, de ocho capítulos, iba a estrenarse a comienzos de enero y nada más anunciarse había recibido fuertes críticas por considerar que un programa de este tipo solo proporcionaría una visión de «normalidad» sobre el grupo racista.
Según la cadena, la finalidad del programa era proporcionar una mirada seria y cercana a los esfuerzos de sectores que fomentan la tolerancia por «ayudar a la gente a abandonar el Ku Klux Klan», un grupo racista que históricamente ha fomentado el odio y la violencia contra los afroamericanos y otras minorías en Estados Unidos.
«Habíamos garantizado al público y a socios fundamentales, como la Liga Contra la Difamación y Color of Change que no se habían efectuado pagos a miembros de grupos de odio y creíamos que era así cuando lo hicimos», dijo la cadena de televisión en un comunicado.
Pese a que algunas cadenas de televisión aceptan que las productoras paguen a los participantes de sus programas de telerrealidad, A&E dijo no permitir esa práctica cuando el programa tiene carácter documental.
La serie, titulada «Generation KKK», mostraba desde dentro del grupo la vida de cuatro destacadas familias del Klan en las que uno de sus miembros intenta abandonar la organización racista y el papel de activistas a favor de la tolerancia para ayudarlos.
Según los oponentes de la serie, su estreno en enero iba a ser especialmente inoportuna después de las elecciones de noviembre pasado, ganadas por el candidato republicano Donald Trump, que centró su campaña en un discurso nacionalista y contrario a la inmigración y a minorías como los mexicanos o los musulmanes.
Tras las elecciones se han repetido ataques de odio de grupos neofascistas contra inmigrantes, hispanos, musulmanes, negros y homosexuales, atribuidos por las organizaciones sociales al tono del discurso de Trump durante la campaña.