Las mallorquinas Rocío y Carol, ambas de 28 años, dejaron hace unos días el programa Pekín Exprés. «Nuestra última etapa consistió en tres gincanas, en las cuales había unos sobres en juego con tarjetas que decidían si eras eliminado o no para los que llegaban en última posición de cada juego –señaló Rocío. Las dos primeras gincanas fueron bastante bien pero en la última llegamos en última posición y nos esperaba un sobre que decidiría si seguíamos en la aventura o no; y la suerte, en este caso, no nos acompañó».
«La razón de presentarnos a Pekín Exprés –según su compañera Carol– era la de vivir una aventura, sin duda inolvidable, y conocer de una manera muy especial lugares y gente que, como un simple viajero por libre, no eres capaz de conseguirlo. Ese es el premio que siempre sentiré haber conseguido».
En cuanto a las dificultades, sin duda el idioma. «No nos entendíamos y en Sri Lanka, que fue donde estuvimos, la gente que es muy simpática, no tiene un concepto claro del sí y del no, lo cual es un problema a la hora de preguntar. Pero era muy complicado, de ahí que a causa de ello, en más de una ocasión tuvimos grandes problemas para encontrar una casa donde dormir, una vez nos pasamos más de cuatro horas buscando un techo. Preguntábamos y nos daban con la puerta en las narices. Fue muy frustrante. ¿Lo más bonito? Sin duda, un viaje en bus que duró casi cuatro horas, ya que no podíamos hacer nada más que observar el paisaje y pudimos aprovechar para ver la maravillosa costa».
Por otra parte, Carol y Rocío, esta semana son portada de la revista Interviu.