El cuarto toro de la corrida que se ha celebrado este miércoles en la Real Maestranza de Sevilla, de la ganadería de Victorino Martín, ha sido indultado por su matador, Manuel Escribano, quien acabó paseando las dos orejas simbólicas en una celebrada y clamorosa vuelta al ruedo.
El astado, de nombre «Cobradiezmos», número 37, cárdeno de capa, de 562 kilos y nacido en diciembre de 2011, fue un torrente de embestidas profundas y entregadas, muy bravo en todos los tercios, lo que propició que, de nuevo, se le acabara perdonando la vida a un toro en Sevilla desde Arrojado, de Núñez del Cuvillo, al que toreó José María Manzanares en 2011.
Escribano estuvo acompañado en la vuelta al ruedo por el propio ganadero, Victorino Martín, hijo, y el mayoral de su ganadería, la cual lidió este miércoles otro gran toro, el tercero, al que Paco Ureña cortó las dos orejas.