La multinacional informática Microsoft empezará a vender este lunes sus consolas de videojuegos Xbox One en China, tras 14 años de prohibición de este producto en el país, gracias a que su fabricación en la Zona Piloto de Libre Comercio de China (ZPLC), en Shanghái, lo hace ahora posible.
La nueva consola, que empezó a venderse internacionalmente en noviembre pasado, estará disponible cuando las tiendas abran mañana, lunes, en más de 4.000 puntos de 37 ciudades de toda China, donde se ofrecerá con o sin el controlador «Kinect», que puede reconocer, sin contacto físico, gestos y órdenes de voz del usuario.
Su precio de venta en China será de 4.299 yuanes con «Kinect» (unos 550 euros o 700 dólares), y de 3.699 yuanes sin este dispositivo (unos 475 euros o 600 dólares).
Para acompañar el lanzamiento, las autoridades censoras chinas han autorizado ya una primera tanda de 10 juegos disponibles para la consola, que se ofrecerán tanto en formato digital como en soporte de disco.
Los primeros títulos de esta Xbox en China serán de esta manera «Forza Motorsport 5», «Kinect Sports Rivals», «Powerstar Golf», «Zoo Tycoon», «Max: The Curse of Brotherhood», «Dance Central Spotlight», «Neverwinter Online», «Rayman Legends», «Trials Fusion» y «Naugthy Kitties».
La Xbox One será así la primera consola de videojuegos en entrar al mercado chino desde 2000, precisamente gracias a la ZPLC, que mañana cumple también oficialmente su primer año de funcionamiento.
De hecho, el mismo 30 de septiembre de 2013 la empresa mixta de Microsoft en China fue la primera compañía del mundo en inscribirse en la nueva zona, abierta como tal el día anterior, y para la que consiguió la licencia de operaciones número 000001, por lo que el hecho de que las ventas comience mañana tendrá cierto simbolismo.
Precisamente es la ZPLC la que permite que, aunque la fabricación de consolas sigue limitada en China, se puedan producir allí, en territorio shanghainés (aunque fuera, sobre el papel, de las fronteras chinas), para ser exportadas al gigante asiático, aunque sus videojuegos deberán someterse a la censura habitual en el país.
Anticipando esta oportunidad, Microsoft se había aliado en 2013, en una empresa mixta para fabricar consolas en la ZPLC, con la firma estatal local BestTV, con la que creó E-Home, entidad en la que ambas invirtieron 79 millones de dólares (58,5 millones de euros), aunque está controlada en un 51 por ciento por la parte china.
Tras la creación de E-Home en septiembre de 2013, Microsoft y BestTV se comprometieron a invertir otros 237 millones de yuanes (27,4 millones de euros, 37,8 millones de dólares) en la creación de videojuegos familiares y servicios relacionados con el sector.
Según BestTV (una firma de televisión por internet que acapara 18 millones de suscriptores en China, el sudeste asiático y Europa del este), contando con China, la Xbox One, que también permite ver la televisión, estará disponible así en al menos 42 mercados de todo el mundo.
En junio de 2000 siete ministerios chinos, encabezados por el de Cultura, prohibieron conjuntamente la fabricación y venta de consolas de videojuegos en el país, debido a su preocupación por la posible influencia que pudieran tener sobre los jóvenes chinos.
Con todo, miles de aficionados chinos a estos productos los consiguen en el mercado negro de consolas y videojuegos piratas, extendido por todo el país.