La indumentaria de la ministra de Defensa, Carme Chacón (un traje de chaqueta de Purificación García), fue la comidilla de la celebración, el martes, de la Pascua Militar. Según la invitación al evento, las mujeres debían acudir con «vestido largo». Sin embargo, el Ministerio alegó que el traje que lució la ministra era un esmoquin, que ella no era era invitada sino protagonista y que la indumentaria «se ajustaba al protocolo». La Casa del Rey dio el visto bueno tras ser consultada.
La Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME) recordó a la ministra que «a cualquier militar se le exige el cumplimiento de las normas, porque, si no lo hace, sus actos pueden tener consecuencias disciplinarias, incluso la privación de libertad». El secretario general de la AUME, Mariano Casado, criticó asimismo las nuevas normas de conducta para los soldados anunciadas por Chacón y tildó de «fraude democrático» que el texto tome forma de «real decreto» y no haya contado con la participación del colectivo al que se dirige.
Casado reclamó a Chacón que si pretende modernizar las Fuerzas Armadas, modifique las normas. «Si quiere ser progre y moderna, que cambie las normas, pero, si no lo hace, debe cumplir la Ley. Su actuación no parece la más adecuada como ejemplo para el Ejército, porque precisamente éste se basa en la disciplina y en el cumplimiento de las normas», explicó Casado.
Los comentarios y críticas en torno a la vestimenta de la ministra han indignado a dos destacadas dirigentes del PSOE y del PP. La secretaria de Organización socialista, Leire Pajín, lamentó la «frivolidad» y el «tono sexista» empleado en algunos medios de comunicación, mientras que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, criticó que sea «motivo de discusión» el aspecto de las mujeres que se dedican a la política, porque «eso no pasa con los hombres».
«¿Alguien recuerda algún artículo de prensa sobre la indumentaria de algún ministro de Defensa que terminara eclipsando sus palabras? ¿Se consultó alguna vez a algún experto en protocolo para que valorara la vestimenta de los ministros?», se pregunta Pajín en un comentario publicado en su blog.
Además, subrayó que «el discurso de la ministra estaba lleno de contenido noticiable, por su novedad y por su relevancia», y que por ello «no cabe excusa alguna para referirse a este acto en los términos que algunos medios lo han hecho, dando preeminencia con un tono claramente sexista a la indumentaria de la ministra».
Por su parte, Aguirre proclamó que todo lo que lleve puesto una ministra del Gobierno le parece «correctísimo». «Como mujer que se dedica a la política, me indigna que sea motivo de discusión lo que nos ponemos, cómo nos peinamos, y como nos cortamos el pelo... eso no pasa con los hombres», aseveró.