La Autoridad Europea para la Seguridad Alimentaria (AESA) asegura que no hay diferencias entre la carne y leche de cabras, vacas y cerdos clonados y las de otros animales de esas especies concebidos de manera natural, aunque advierte de la necesidad de llevar a cabo más estudios sobre el tema.
Ésta es la principal conclusión del informe definitivo llevado a cabo por la AESA, que analiza los efectos para la salud humana y el medio ambiente que pueden tener los alimentos procedentes de animales clonados.
Pruebas
«No hay pruebas concluyentes que sugieran que hay diferencias, en términos de seguridad alimentaria, entre los alimentos procedentes de clones o su descendencia y los productos de animales concebidos de manera tradicional», señala el estudio.
Frente al primer borrador presentado por la Agencia sobre este asunto el pasado febrero, el dictamen presentado ayer hace mucho énfasis en que «aunque hay cada vez más datos y resultados coherentes, la información es todavía limitada» y por tanto se deben llevar a cabo más análisis.
El presidente del comité científico de la EFSA, Vittorio Silano, explicó en rueda de prensa que el estudio se concentra sólo en una de las metodologías de clonación, la llamada «SCNT», y subrayó que hay algunas dudas sobre los análisis de riesgo, debido a «los pocos estudios disponibles y la ausencia de un enfoque uniforme».
Silano señaló que la mayoría de embriones que han sido objeto de clonación fracasan (sólo entre el 1 y el 20% de las implantaciones salen adelante) y enfatizó que un alto porcentaje de los clones (hasta el 40%) sufre de enfermedades graves en sus primeros meses de vida.
El mismo experto señaló que el objetivo del informe no es recomendar o desaconsejar el consumo de carne procedente de animales clonados, algo que no corresponde decidir a la citada Agencia, que asesora a las instituciones de la UE.