EUROPA PRESS-BRUSELAS
La Comisión Europea presentó ayer una propuesta de directiva para crear un mercado de pagos único en la UE que prevé obligar a los bancos a ejecutar todas las transferencias electrónicas en territorio comunitario como máximo un día después del momento en que hayan sido ordenadas por el cliente (D+1). Esta exigencia se aplicaría siempre que no sea necesario un cambio de divisa.
La medida ha provocado ya la protesta de los bancos, que consideran que les generará demasiados costes. La Asociación Europea de Bancos Públicos señaló que «un plazo tan corto no es realista y no tiene en cuenta las infraestructuras transfronterizas existentes». Las entidades bancarias piden al menos 3 días.
El comisario de Mercado Interior, Charlie McCreevy, replicó que la norma «no está diseñada sólo para la industria sino para hacer más fáciles y más baratas las transacciones para todo el mundo en Europa».