El príncipe Harry (Enrique), controvertido segundo hijo del heredero de la Corona británica, al vestirse como soldado nazi en una fiesta de disfraces ha desatado una nueva gran polémica, pese a disculparse por el hecho. El diario «The Sun» desplegaba ayer en portada una amplia foto del príncipe, de 20 años, con bebida y pitillo en mano, con el uniforme nazi del desierto y la típica esvástica negra con campo blanco redondo en un brazalete rojo.
«Enrique el nazi» es el titular del periódico, que muestra al joven en la fiesta de cumpleaños de un amigo, Harry Meade, el pasado sábado en el condado de Wiltshire, en el suroeste de Inglaterra. Meade, de 22 años, pidió a 250 amigos que eligieran disfraces vinculados con «lo colonial y lo indígena» para la extravagante juerga. El hermano mayor de Enrique, el príncipe Guillermo, parece que fue más discreto y acudió con un atuendo de león que él mismo preparó.
El episodio, que ha sido condenado por políticos, organizaciones judías y muchos comentaristas, se ha producido días antes de las conmemoraciones sobre el sexagésimo aniversario de la liberación del campo de concentración de Auschwitz (Polonia).