El primer teléfono móvil del Reino Unido diseñado especialmente para niños fue retirado ayer del mercado, después de divulgarse un estudio que advierte del riesgo que supone para la salud de los más jóvenes el uso de esos aparatos.
El fabricante MyMo puso el teléfono a la venta hace cinco meses, con el fin de que los padres adquirieran dicho aparato para que los niños de entre cuatro y ocho años pudieran utilizarlo en caso de emergencia.
El móvil, que cuesta unos 86 euros, puede almacenar hasta cinco números de teléfono que se marcan automáticamente al pulsar uno de los tres botones del aparato.
Sin embargo, el distribuidor británico del producto, Communic8, confirmó ayer la retirada del teléfono debido a un informe del Consejo Nacional de Protección Radiológica, dirigido por el reputado profesor Williams Stewart, que desaconseja el uso de móviles por parte de niños menores de ocho años.
«La decisión de retirar el producto se ha tomado a la luz de esta nueva prueba, que sugiere que la larga exposición al móvil puede dañar la salud, especialmente la del tejido craneal no desarrollado de niños», dijo Communic8.