EFE-SAN FRANCISCO
El gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, negó ayer el perdón a un condenado a muerte que se convertirá el próximo 10 de febrero en el primer ejecutado en este estado en los dos últimos años.
El caso de Kevin Cooper, condenado por el asesinato en 1983 de un matrimonio joven, la hija de éstos, de 10 años, y de un amigo de la pequeña que les acompañaba, es el primero que revisa el gobernador republicano, que tomó las riendas de este estado en noviembre.
Schwarzenegger dio luz verde a la ejecución de Cooper, de 46 años, con el argumento de que los tribunales han estudiado su caso durante 18.
«Las pruebas que establecen su culpabilidad son abrumadoras», señaló Schwarzenegger.
Sin embargo, para Lanny Davis, abogado de Cooper, todavía hay muchas preguntas sin respuesta en torno a este caso.
Davis calificó la decisión de Schwarzenegger de «lamentable», y pidió que se retrase la ejecución para permitir que se efectúe una revisión independiente.
El reo mantuvo su inocencia durante todo este tiempo y después de 18 años de apelaciones consiguió que se realizasen las pruebas del ADN, que lo relacionaron con el asesinato. La defensa indicó que existen «suficientes indicaciones» de que la policía manipuló pruebas».
Davis indicó que todavía no se han analizado unos cabellos rubios que se encontraron en el puño de una de las víctimas (Cooper es de raza negra).