El príncipe de Asturias y su prometida, doña Letizia Ortiz, visitaron ayer por la tarde en privado la exposición de Edouard Manet en el Museo del Prado.
Don Felipe y doña Letizia recorrieron la exposición, junto al público que una hora antes de cerrar el Prado admiraba la maestría del pintor francés.
Los asistentes mostraron en todo momento su respeto hacia la pareja, cuya presencia causó gran expectación y más de uno no pudo evitar acercarse hasta ellos para felicitarles por su compromiso, gesto que don Felipe y doña Letizia agradecieron sonrientes y dando las gracias.
El Príncipe y su prometida realizaron el recorrido habitual de cualquier visitante de esta muestra y admiraron en primer lugar uno de los trabajos más emblemáticos de Manet, el Pífano, que se exhibe, junto a una de las obras maestras de la pintura española, «Las Meninas», de Velázquez.
Caminando gran parte del recorrido de la mano, tanto don Felipe como doña Letizia, que consultaba de vez en cuando el catálogo de la exposición, escucharon atentamente los comentarios de Mena y Serra y pidieron explicaciones adicionales sobre algunas de las obras.
La pareja permaneció más de una hora en el interior de las diez salas en las que se recogen las más de cien obras, entre óleos y dibujos, que exhibe el Prado del artista francés.
Aunque admiraron una a una todas las obras, algunos de los cuadros, como «El bar en el Folies Bergere» o el retrato de Berthe Morisot, cuñada del artista, llamaron la atención de don Felipe, el primero por su composición, y el segundo por la belleza de los trazos del rostro femenino. Doña Letizia preguntó a la comisaria varias veces por detalles sobre obras como «El guitarrista. El cantaor español», o «Lola de Valencia», y en algunos momentos se apartó del Príncipe para admirar más de cerca alguna de las pinturas.