El presidente de EE UU, George W. Bush, podría anunciar en su discurso sobre el Estado de la Unión del 20 de enero una iniciativa para promover el matrimonio tradicional, en especial entre las familias pobres, informaba ayer el diario «The New York Times». La medida se interpreta en clave electoral como un guiño a los sectores más conservadores de Estados Unidos.
La iniciativa prevé dotar 1.500 millones de dólares para campañas publicitarias en defensa del matrimonio y programas de consejería y educación prematrimonial para estudiantes de secundaria, parejas comprometidas y adultos interesados en el matrimonio con el fin de ayudar a que las parejas desarrollen «habilidades» que cimenten «matrimonios saludables».
La promoción del matrimonio es el tipo de iniciativas que gustan a la Casa Blanca porque, según el «Times», en momentos de crisis presupuestaria, no tiene costes prohibitivos y tiene mucho potencial político entre la base conservadora del Partido Republicano.
La promoción del matrimonio se produciría en momentos en que grupos conservadores cristianos presionan al Gobierno federal para que defienda esa tradición. Algunos grupos liberales han mostrado mayor aceptación de la idea, convencidos de que a los niños que proceden de parejas casadas les va mejor económica y emocionalmente.
Se entiende por matrimonio el de un hombre y una mujer porque los grupos más conservadores realizan campañas de presión ante la Casa Blanca para prohibir de una vez el matrimonio entre homosexuales. Bush, aunque ha reiterado su creencia de que el matrimonio debe ser entre un hombre y una mujer, ha evadido responder directamente al asunto de una posible enmienda constitucional en contra de la unión de homosexuales.