La Agencia Española de Seguridad Alimentaria, dependiente del Ministerio de Sanidad, aseguró ayer que no es necesario modificar los hábitos de consumo del salmón y que los niveles de contaminantes en este pescado que recoge el estudio de «Science» están por debajo de los recomendados por la OMS, FAO y UE, tanto en concentración como en ingesta semanal o mensual.
El estudio publicado en la revista «Science» recoge que consumir salmón de acuicultura más de una o dos veces al mes puede resultar perjudicial para la salud, dada la concentración de contaminantes orgánicos detectados en estos ejemplares frente a los criados en libertad.
Científicos del CSIC advirtieron de que no hay que hacer una lectura alarmista del informe, aunque un portavoz señaló que el artículo está «muy bien planteado y documentado» y ha de servir para poner énfasis en que «hay que revisar qué se le da de comer a estos animales» y minimizar los niveles de contaminantes a los que están expuestos. El Fondo de Regulación y Organización del Mercado de los Productos de la Pesca (FROM) coincidió con el sector en asegurar que todo el pescado de acuicultura que se consume en España ofrece todas las garantías de seguridad alimentaria.
Los investigadores estadounidense y canadienses señalan en el citado informe que los altos índices de 14 contaminantes organoclorados, como PCB, DDT, HCB, dioxinas, mirex, o nonacloro encontrados en los salmones de piscifactoría exceden los límites de seguridad establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Desde el FROM se considera que este informe puede obedecer «a una guerra de intereses comerciales» entre los productores americanos de salmón salvaje y los de piscifactoría, sobre todo por su tono alarmista.
España apenas produce trescientas toneladas de salmón en acuicultura y se importan más de 14.000 toneladas de este pescado para cubrir un consumo interno, que ronda el kilogramo de salmón por persona y año.