El lunes por la noche se produjo un brutal asalto en un chalet de la calle Parcel·les de s'Arenal, que ha provocado indignación y pánico entre los vecinos de la zona. Los ladrones iban encapuchados y, tras torturar a los propietarios de la vivienda, se llevaron numerosos objetos de valor y todo lo que había en el interior de la caja fuerte. El Cuerpo Nacional de Policía se ha hecho cargo de la investigación del caso.
En la vivienda reside un matrimonio de unos 55 años de edad. Según explicó una amiga de la familia, los hechos sucedieron de la siguiente manera. La mujer llegó instantes antes de las 20.00 horas al chalet con su coche, abrió la verja de entrada y bajó por la rampa para acceder al garaje. Antes de entrar se bajó del coche para desconectar la alarma, pero la esperaban dos individuos encapuchados, que le tiraron spray en la cara para aturdirla. Acto seguido la introdujeron en el salón de la vivienda y allí la amordazaron y ataron. Poco después llegó su marido y notó algo extraño. Al entrar en la casa vio a su esposa amordazada pero no pudo hacer nada ya que fue sorprendido por detrás por los dos encapuchados, que lo cogieron por los brazo.
En ese momento se inició un forcejeo y los dos encapuchados intentaron amordazar al hombre. La víctima logró golpear con su puño a uno de ellos en la cara, y le produjo una herida en la nariz de la que sangró abundantemente, y mordió en la mano al otro que lo agarraba, logrando que lo soltase. No obstante, una tercera persona, al parecer mujer, que también iba encapuchada le golpeó con una botella en la cabeza, por lo que la víctima cayó al suelo.
Acto seguido, los tres ladrones pidieron las llaves de la caja fuerte al propietario de la casa. Éste les dijo que ya las tenían y los tres encapuchados lograron abrir la caja fuerte y apoderarse de todo lo que había en el interior. La víctima quedó tumbada en el suelo y los tres delincuentes, de nacionalidad extranjera, salieron de la vivienda. Para huir cogieron la furgoneta del dueño de la vivienda, una Citroen C-15 de color gris. El hombre, al escuchar que se cerraba la puerta de la entrada, salió al jardín y pidió auxilio. Justo en ese momento llegó el vecino de enfrente de trabajar y llamó a la policía. «Eran las 20.15 horas de la noche, yo llegué y encontré al hombre ensangrentado en el jardín pidiendo ayuda para su mujer». «Decía: 'socorro, socorro, nos lo han robado todo'», concretó el vecino que lo ayudó, quien matizó que «los ladrones sabían dónde iban porque todo fue muy rápido y nadie ha visto nada».