Las rupturas matrimoniales crecieron en 2002 un 11 por ciento respecto a 2001 y afectaron a 115.000 parejas, un incremento que asciende a un 72 por ciento si se comparan la cifras con 1992 y que supone que cada cuatro minutos se rompe un matrimonio en España, según un estudio del Instituto de Política Familiar.
El informe, elaborado por el IPF, una institución civil dedicada a la promoción y defensa de la familia, señala que en los últimos 10 años las rupturas han pasado de 66.777 a 115.049.
Asimismo destaca que mientras las rupturas crecen a un ritmo del 26%, la creación de nuevos matrimonios lo hace a un 7% y que los matrimonios duran cada vez menos.
Así el 52 por ciento de las parejas que se divorcian no llega a los diez años de matrimonio y un 69,3 por ciento se separa antes de los quince años de vida en común.
Para el presidente del IPF, Eduardo Hertfelder, estas cifras ponen de relieve que cuatro millones de españoles se han visto afectados directamente por las rupturas, de los cuales «más de un millón son niños».