El ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, participó en la Semana Verde, organizada por la Comisión Europea para promover el respeto al ambiente en todo el continente. El ministro destacó la importancia de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible, que se celebrará en Johannesburgo en septiembre y que «permitirá renovar los compromisos de la cumbre de Río y sentar las bases de un desarrollo compatible con la conservación del entorno natural». Los Estados miembros de la UE han reconocido la importancia de hacer del desarrollo sostenible una prioridad, tanto en las políticas nacionales como en las relaciones bilaterales de cooperación al desarrollo, recordó.
Matas explicó que la contribución de la UE a la cumbre de Johannesburgo se basará en cinco objetivos: erradicar la pobreza, la globalización, modificar los patrones de consumo y producción no sostenibles, desarrollar los recursos naturales y reforzar el buen gobierno. Pobreza y medioambiente «están íntimamente ligados», pues a medida que crece el número de pobres aumenta la degradación ambiental, lo que impide lograr un desarrollo sostenible, indicó. La UE considera que «el éxito de la cumbre vendrá determinado en buena parte por la capacidad para renovar y poner en práctica los compromisos existentes en el área de reducción de la pobreza».
Matas reiteró el compromiso de la UE con la Declaración del Milenio de Naciones Unidas, que quiere reducir a la mitad el número de personas que viven bajo el umbral de la pobreza para 2015. Otro de los temas de la agenda de la UE será conseguir que la globalización favorezca el desarrollo sostenible. Los Quince están comprometidos con el objetivo de que la «globalización trabaje en favor del desarrollo sostenible» y una parte fundamental de este proceso es la mejora del acceso a los mercados internacionales. Johannesburgo representa, según Matas, «una gran oportunidad» para llegar a compromisos como la desvinculación del desarrollo económico de la degradación ambiental y la promoción de la eco-eficiencia.
De otra parte, el ministro expresó su esperanza en que la Conferencia sobre Biodiversidad que se celebra en La Haya, se apruebe un plan de acción y se logre un consenso sobre la gestión de los bosques. Sin embargo, dijo que que se debe comprender los problemas de los países en vías de desarrollo, ayudándoles para que hagan compatibles sus necesidades de desarrollo con la protección del medio ambiente.