Una pareja británica puede afrontar la difícil decisión de tener que decidir cual de sus hijas siamesas debe morir para que sobreviva la otra, debido a que están unidas por un corazón. Aunque todavía están en el vientre de su madre, Tina May, de 23 años, las siamesas comparten el mismo corazón, lo que implica que su separación puede ser fatal para una de ellas.
May, embarazada de seis meses, y su novio Dennis, de 33 años, declararon al mencionado periódico que las siamesas, a las que les han puesto el nombre de Natasha y Courtney, nacerán por cesárea a finales de abril, cuando se cumplan 37 semanas de embarazo. Según los médicos, Natasha tiene más probabilidades de sobrevivir debido a que tiene la mayor parte del corazón. Las siamesas comparten también un hígado, órgano éste que sería dividido en la operación de separación.