Líderes de las once mayores religiones del mundo, entre ellos islámicos, judíos y ortodoxos, presididos por el Papa Juan Pablo II, hicieron ayer un llamamiento por la paz en el mundo desde Asís (centro de Italia). «Queremos dar nuestra contribución para alejar las nubes del terrorismo, del odio, de los conflictos armados, nubes que en estos últimos meses se han particularmente acumulado en el horizonte de la humanidad», declaró el Papa al abrir la jornada de oración interreligiosa por la paz en el mundo.
El Sumo Pontífice, que llegó de Roma en un tren especial junto con 200 líderes religiosos de varias creencias, invitó a la ceremonia multirreligiosa a patriarcas ortodoxos, rabinos, jeques, personalidades islámicas, cristianos no católicos, budistas, hinduistas y zoroástricos, además de prelados de países marcados por conflictos internos, como Colombia y España.
«¡La paz! La humanidad necesita la paz siempre, pero más aún ahora, después de los trágicos hechos que sacudieron su confianza y debido a los dolorosas fuentes de conflictos que suscitan aprensión en el mundo», afirmó. La iniciativa del Papa, convocada tras los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos y al agravarse el conflicto en Oriente Próximo, quiere sacudir las conciencias del mundo y a la vez ofrecer la posibilidad de un entendimiento entre las distintas concepciones religiosas existentes en el mundo.