El Tribunal Supremo francés decidió ayer que un niño mongólico debe ser indemnizado por el perjuicio que le ha causado su nacimiento, con lo que confirmó su polémico dictamen sobre el derecho a no nacer.
El Supremo pidió al Tribunal de Apelación de París que vuelva a calcular el monto de la indemnización, que debe ser íntegra, por el perjuicio sufrido por Lionel, nacido en enero de 1995.
La madre de Lionel había calculado las necesidades materiales del pequeño para su futuro en unos 686.000 euros, mientras que el tribunal de Apelación de Rennes (noroeste del país) sólo había fijado 99.092 euros.
Los padres del pequeño no habían sido informados por el ginecólogo sobre el problema.