Los inmigrantes encerrados en una decena de iglesias de Barcelona acordaron poner fin ayer a su protesta, aunque no concretaron aún la fecha en que desocuparán las parroquias y mañana celebrarán una nueva asamblea para ratificar la decisión.
Un portavoz de los encerrados explicó que se ha tomado esta decisión después de que la Delegación del Gobierno en Catalunya se mostró dispuesta a aceptar algunas de sus últimas propuestas, redactadas en forma de anexo al documento de la comisión técnica elaborado el pasado 8 de febrero. Los inmigrantes indicaron que iniciarán el desalojo cuando todos los participantes en la protesta tengan el resguardo de solicitud de permiso de residencia.