El colegio católico al que asisten dos hijos del primer ministro británico, Tony Blair, se ha convertido en el centro de una investigación por los abusos sexuales que pudo haber cometido uno de sus capellanes, que murió de sida. La policía de Londres confirmó ayer, martes, que ha recibido denuncias de niños que fueron víctimas de los abusos del padre David Martin, quien falleció hace dos años. El «London Oratory School» es una de las escuelas con más prestigio de Londres; es el colegio al que asisten dos de los cuatro hijos del primer ministro: Euan y Nicholas Blair, de 16 y 15 años, respectivamente.
Según las acusaciones, algunas de ellas anónimas, el padre visitaba a los niños en sus habitaciones una vez por semana. Las víctimas relataron lo ocurrido en cartas enviadas a «Childline», una organización formada precisamente para ayudar a los menores a denunciar abusos deshonestos. La presidenta de «Childline», una conocida presentadora de televisión llamada Esther Rantzen, reveló ayer que su grupo recibió varias denuncias sobre lo ocurrido en la escuela. «Como periodista, he recibido durante años cartas en las que se hacen denuncias contra sacerdotes de la iglesia católica, de modo que estoy muy al tanto del problema», comentó.
Según Rantzen, los niños que son víctimas de estos abusos suelen estar «asustados; se sienten culpables y avergonzados... Cuando esto ocurre en una escuela, suelen sentir que tienen que proteger a sus propios padres, y no quieren lastimarlos si revelan lo ocurrido.
Alarmados, los padres que llevaron ayer por la mañana a sus hijos al «London Oratory School» pidieron inmediatamente explicaciones sobre lo ocurrido. Algunos llegaron incluso a preguntarse si sus hijos, presuntas víctimas del capellán, pueden haber sido infectados con el virus del sida. Nacido en la localidad escocesa de Ayr, el padre Martin cursó estudios en la «Ayr Grammar School» antes de ingresar en la Universidad de St. Andrews (Escocia), donde estudió bioquímica.