Un grupo de 35 de los 36 inmigrantes ilegales hallados ayer hacinados y hambrientos en una furgoneta que los trasladaba en Mijas (Málaga) fueron conducidos ayer tarde hacia Algeciras para su salida de España. El único que tenía menos de 18 años, de los seis que dijeron que eran menores, pasará a un centro de acogida tras someterse a unas pruebas de medición de huesos, que les fueron practicadas para cifrar su edad.
Una patrulla interceptó la furgoneta cuando circulaba con un evidente exceso de peso por la Autopista de la Costa del Sol (Autipista A7) en sentido a Barcelona y a la altura del kilómetro 199, en la zona de Calahonda. Los 32 marroquíes y 4 argelinos que iban en el furgón localizado esta madrugada por una patrulla de la Guardia Civil tuvieron que forzar la puerta trasera de este vehículo (con un habitáculo de seis metros cuadrados y sin ventanas) para que les entrara aire desde el exterior al ser insoportable el ambiente en el interior, donde sólo tenían litro y medio de agua. Los agentes que los encontraron tuvieron que solicitar para ellos bebida y comida en una gasolinera del núcleo de población de La Cala de Mijas, único establecimiento abierto en la zona de madrugada.
La Guardia Civil, que detuvo al conductor de la furgoneta, PMS, de 31 años, natural de la población murciana de Lorca y que carece de permiso de conducir acusado de un supuesto delito contra los derechos de los trabajadores, busca a otros integrantes de la supuesta red dedicada a la introducción y traslado de inmigrantes irregulares. El presidente del Gobierno, José María Aznar, consideró «esencial» acelerar la aplicación en la UE de normas comunes de control de la inmigración e instó a la oposición a ser congruente con esta necesidad y evitar la demagogia. Aznar subrayó que la UE necesita disponer de las capacidades necesarias para evitar episodios de inmigración ilegal tan «atroces» como el de Dover o tan «inaceptables» como el de Málaga.