Un total de 33'6 millones de personas viven con el sida en todo el mundo, de ellos un 95 por ciento en países en vías de desarrollo, según un informe de la ONU y la OMS presentado ayer en Londres.
El informe del Programa conjunto de las Naciones Unidas sobre el Sida (ONUSIDA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que a lo largo de este año el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), causante del síndrome, infectó a unos 5'6 millones de personas, que se suman a los cerca de 50 millones ya afectados desde el comienzo de la epidemia. Durante el año también se registraron 2'6 millones de defunciones por sida, un total mundial más elevado que en cualquier otro año desde el inicio de la epidemia.
De los 33'6 millones de personas en el mundo que viven con esta enfermdedad, 32'4 millones son adultos y 1'2 millones son niños. Aproximadamente la mitad de las personas que se infectan con el VIH lo hacen antes de cumplir los 25 años y mueren de sida antes de llegar a los 35, lo que ha dejado hasta el momento 11'2 millones de huérfanos, niños que han perdido a su madre antes de alcanzar los quince años.
Se calcula que en 1999 contrajeron el virus 570.000 niños menores de 14 años, más del 90 por ciento de ellos hijos de mujeres seropositivas que se infectaron en el momento del parto o en el curso de la lactancia materna. «Con una epidemia de esta magnitud, cada nueva infección agrava sus repercusiones, afectando a las familias, las comunidades y, cada vez más, a las empresas y las economías. El sida ha surgido como la mayor amenaza individual para el desarrollo en muchos países del mundo», indicó el director ejecutivo del ONUSIDA, Peter Piot. La zona del mundo donde ésta plaga es mayor es el Africa subsahariana, con cerca del 70 por ciento del total mundial de personas seropositivas, la mayoría de las cuales fallecerán en el curso de los próximos diez años.