El palacio de Buckingham, residencia oficial de la soberana británica, se vio forzado a hacer público el compromiso ayer, después de que éste fuese filtrado al «The Sun». «La reina y el duque de Edimburgo están encantados al anunciar el compromiso matrimonial de su hijo más joven, el príncipe Eduardo y la señorita Sophie Rhys-Jones».
El príncipe Eduardo declaró que no le preocupan los fracasos matrimoniales de sus hermanos, recalcando que está «muy enamorado» de su futura esposa. «Somos los mejores amigos del mundo y estamos muy enamorados el uno del otro», dijo Eduardo.
Sophie, por su parte, aseguró que se encuentra preparada para «cumplir con sus obligaciones» en la familia real. La jóven, de 33 años, indicó que no desea que la ceremonia de la boda se convierta en un acto de Estado, ya que considera que se trata de un acto «muy íntimo».
A pesar de que no son todavía marido y mujer ambos se conocen en profundidad ya que desde hace casi dos años la prometida del príncipe vive en el palacio de Buckingham, en un apartamento muy próximo a las habitaciones que ocupa éste.
El lugar que los novios parecen haber elegido para su boda se encuentra en el interior del recinto del castillo de Windsor, considerado por la reina como la casa familiar, lo que dará a la ceremonia el carácter íntimo y familiar que desean ambos.