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El motor en Mallorca

El ‘tiburón' español

Pep Pou es un gran aficionado a la marca francesa, de la que tiene varios modelos. | Pere Bota

| Porreres |

Pep Pou, propietario del vivero Ca Na Justa de Porreres, es un hombre peculiar porque a pesar de dedicarse al mundo de la jardinería es un gran amante de los coches clásicos. Nos cuenta que su afición le viene desde pequeño y la verdad es que a pesar de su edad ha conseguido hacerse con una pequeña, pero muy interesante colección y aún guarda en la manga varias opciones para seguir ampliándola en el futuro. Ahora tiene un buen aliado en su hijo Joan, que es carrocero de profesión y le ayuda en las restauraciones.

Pep nos muestra orgulloso su Citroën GS Club de 1974 que compró en 2016. El vehículo lo encontró después de mucho buscar por internet en Cuenca, hasta donde viajó para realizar la compra y traérselo hasta Mallorca. El coche pertenecía a un señor mayor que ya había dejado de conducir y que por tanto lo tenía parado acumulando polvo. Lo tenía muy bien conservado y con pocos kilómetros. Es un vehículo muy poco conocido en la Isla y no hay muchos circulando hoy en día por nuestras carreteras. El coche no está restaurado, sino conservado. Se le pulió la carrocería y se le han han hecho algunos retoques mecánicos. Afirma que en su casa han sido incondicionales de la marca francesa, su padre había tenido siempre un Citroën y él ha seguido la tradición familiar.

En cuanto a los motivos que le llevaron a comprar un coche tan poco conocido para el gran público, recuerda que cuando era pequeño un profesor suyo tenía uno y se quedaba boquiabierto cada vez que lo veía llegar. Fue entonces cuando decidió que cuando fuera mayor tenía que tener uno para disfrutar de esos movimientos que lleva a cabo el coche cuando se pone el marcha y empieza a subir y bajar hasta que consigue la altura adecuada para emprender la marcha.

Es un vehículo que utiliza mucho, con el se mueve a diario por el pueblo y la verdad es que no tiene necesidad de comprar un coche moderno. Además, no le da casi problemas y hasta la fecha no ha tenido ningún inconveniente para pasar las revisiones de la ITV.

Pep explica que a pesar del trabajo en el vivero, siempre que puede dedica su atención a la restauración. En estos momentos tiene un par de proyectos que espera concluir en los próximos años, hablamos de coches, cómo no, de la marca francesa, aunque hay alguna excepción. De todas formas todo está aún muy verde y por tanto lo dejaremos para cuando los vehículos estén en condiciones de circular y de ser mostrados para que los vean los aficionados. El verano es la época que aprovecha más para trabajar en la restauración, ya que la actividad en el vivero es menor.

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