Mercedes, al igual que otras marcas, como Roolls-Royce, Ferrari, Maserati o BMW, por poner algunos ejemplos, es sinónimo de lujo, por eso Luis Morell quería tener en su pequeña colección un coche de estas características. Recuerda que este Mercedes 190-SL de 1962 lo adquirió hace diez años en Zurich y lo encontró a través de internet y no dudó en desplazarse hasta la ciudad suiza para comprarlo, ya que era un modelo que le hacía especial ilusión tener.
Morell se declara un gran amante de los coches clásicos y explica que desde siempre ha sentido una especial admiración por los coches. De hecho, asegura que aunque no sabe mucho de mecánica siempre ha sido uno de sus hobbies, si bien sólo sabe lo necesario para salir del paso. Su pasión por los coches le ha hecho viajar a distintas ferias de automóviles, en especial la de París, y aunque el trabajo –es empresario de hostelería– no le deja mucho tiempo libre, siempre busca un hueco para poder pasar algunos días viendo los nuevos y viejos modelos de coches que salen al mercado.
Sobre este Mercedes, la marca lo fabricó entre los años 1955 y 1963 y según las estadísticas se construyeron en total 25.881 unidades. Luego fue sustituido por el Mercedes 230-SL. Los que tienen uno lo consideran una auténtica joya de la mecánica y de la conducción.