No es la primera vez que se observa algo así, pero este fin de semana las imágenes han sido asunto de conversación y motivo de indignación para muchos vecinos de Bunyola, que han visto con asombro como algunos espacios emblemáticos han sido convertidos en improvisados aparcamientos para motocicletas, provocando en algún caso la necesaria intervención de la Policía Local para tomar notar y sancionar a los infractores.
En el caso de Sa Plaça, una motocicleta apareció estacionada en pleno centro del espacio peatonal, junto a una de las barras que utilizan los turistas para aparcar las bicicletas en una época en la que siguen visitando ese pueblo de la Serra de Tramuntana en la recta final del primer pico de actividad. Esa imagen causó malestar entre quienes la presenciaron ante la impunidad del propietario o dueña del vehículo, que lo aparcó en una zona prohibida para el paso de vehículos y pegado a las mesas de alguno de los restaurantes.
Otra imagen que da fe de la impunidad y falta de tacto ante determinados espacios es la de una moto de alta cilindrada que apareció aparcada en la pequeña plaza ubicada en la calle de Sant Pere, a pocos metros de Sa Plaça. Un espacio emblemático dentro de la población y sobre el que no se pueden tampoco estacionar este tipo de vehículos. Ante este tipo de actitudes, la Policía Local y el Ajuntament de Bunyola han tomado cartas en el asunto, estando vigilantes en la temporada estival, cuando este perfil de visitantes y vehículos aparecen con más frecuencia en esas zonas no permitidas.
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