El pequeño pueblo del sur de Mallorca con playas cristalinas que debes visitar una vez en la vida, según la prensa británica

La prestigiosa revista 'The Telegraph' la ha calificado como un destino «casi demasiado perfecto»

El pequeño pueblo del sur de Mallorca con playas cristalinas que debes visitar una vez en la vida, según la prensa británica

Uno de sus mayores atractivos es la playa de Cala Llombards | Foto: Simon Dannhauer

| Palma |

Entre los destinos predilectos por quienes buscan la máxima tranquilidad en España, existe una joya poco conocida fuera de ambientes selectos: un enclave en el sur de Mallorca que está cautivando a visitantes británicos y centroeuropeos. Mientras el turismo masivo recae sobre Magaluf y otras áreas saturadas de Baleares, Santanyí emerge como antítesis de ese ajetreo, ganándose titulares en prestigiosos medios internacionales y atrayendo miradas curiosas que buscan algo más que sol y fiesta.

La localidad, cuya población ronda los 12.000 habitantes según cifras oficiales recientes, ofrece una experiencia radicalmente distinta. Es ese «casi demasiado perfecto, tranquilo», como reconocen los testimonios extranjeros atraídos por la autenticidad y el sosiego que se respira en sus calles empedradas, donde la vida parece transcurrir a otro ritmo.

Santanyí: autenticidad y belleza cinematográfica

Situada a 55 km de Palma y rodeada de paisajes mediterráneos, Santanyí se compone de diversos núcleos urbanos como Cala d'Or, Alquería Blanca o Cala Llombards. El núcleo principal, de piedra dorada y herencia que remonta al siglo XIII, ha conservado hábitos tradicionales a la par que se adapta a un turismo selecto que valora la tranquilidad por encima del exceso.

«Lo recorres de lado a lado en 10 minutos», señala el periodista británico Mark C. O’Flaherty en The Telegraph, quien recalca el ambiente apacible y la estética cuidada del municipio, definido como si fuera un decorado de película. En sus palabras, cada esquina es una postal gracias a sus calles estrechas, fachadas cálidas y ambiente sereno hasta en pleno verano.

De tesoros naturales a cultura viva

Uno de los grandes atractivos señalados por los visitantes es Cala Llombards, una playa que cautiva especialmente por su entorno de rocas y aguas azul turquesa. Sus accesos tallados en piedra permiten alcanzar plataformas ideales para relajarse o lanzarse a nadar. Según el reportaje citado, «si existiera la playa perfecta, se parecería a esta».

En el núcleo urbano, los sonidos de la Església de Sant Andreu —cuyas campanas resuenan cada media hora— refuerzan esa percepción de pueblo detenido en el tiempo. La iglesia, que data del siglo XVIII y custodió durante cerca de dos siglos uno de los órganos más ornamentados de Europa, funciona hoy también como espacio para conciertos y eventos culturales.

Sin embargo, la vida local se transforma dos veces por semana durante el mercado, cuando turistas alemanes y británicos llenan las terrazas de la Plaza Mayor en busca de artesanía, productos locales y esa atmósfera vibrante exclusiva de los mercados mediterráneos.

2 comentarios

user afb | Hace 21 días

Muy bonita pero la carretera para bajar a la cala es muy sinuosa.

user JJ | Hace 22 días

También seria interesante que The Telegraph indicara en su reportaje la altura de las rocas por si les interesa a los subditos británicos lanzarse desde allí borrachos, tal vez no sea suficiente altura y no les sirva para puntuar en la liga de balconing.

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