Una joya del patrimonio sonoro europeo vuelve a brillar. El emblemático órgano de la Iglesia Parroquial de Sant Andreu, en Santanyí, ha recuperado su voz más auténtica con la restauración de sus teclados originales, una obra del legendario maestro organero mallorquín Jordi Bosch, construida en el siglo XVIII.
Este jueves, el Consell de Mallorca y el Bisbat de Mallorca presentaron oficialmente la restauración, en un acto que combinó historia, emoción y música en directo. La intervención, impulsada por la Comisión Mixta entre ambas instituciones, ha sido un paso clave en un largo proceso de recuperación que comenzó en los años 70 y que sigue dando frutos gracias al trabajo del reconocido taller de Gerhard Grenzing. En la inauguración estuvieron presentes el presidente del Consell de Mallorca, Llorenç Galmés, y el obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull.
Los nuevos teclados, reconstruidos con máximo rigor a partir de fragmentos originales conservados en la iglesia, devuelven al instrumento su estética y funcionalidad originales. Este órgano es «uno de los grandes monumentos sonoros de Europa», y ahora puede volver a sonar como en sus orígenes, tal y como recordó Galmés.
El órgano llegó a Santanyí en 1837 desde el convento de Santo Domingo de Palma y, desde entonces, ha pasado por distintas transformaciones. Esta restauración es un regreso a sus raíces: un homenaje a la genialidad de Jordi Bosch y a la riqueza musical de la isla.
El evento culminó con un concierto muy especial: los nuevos teclados fueron estrenados por la organista Francesca Suau, el flautista de pico Romà Escalas y la Coral Sant Andreu, bajo la dirección de Alejandra Carrizo. «El órgano de Santanyí no es solo una pieza musical, es una parte viva de nuestra historia», afirmó Galmés. «Hemos demostrado que es posible restaurar con precisión y respeto, recuperando la autenticidad de una obra única».