¿Sabotaje en Bunyola? Eso es lo que piensan algunos de los vecinos de los núcleos de Sa Coma o Es Puig Verd, que días atrás observaron sorprendidos cómo alguno de los imbornales (rejillas del alcantarillado) de la vía de acceso desde la carretera Santa María-Palmanyola se habían retirado de manera supuestamente deliberada según sospechan los afectados, dejando al descubierto la boca por la que se evacúa el agua que circula por las aceras de esa zona. Una situación peligrosa en una vía que soporta una elevada actividad diaria.
Ahí puede estar para algunos de los vecinos la justificación de esa acción, que fue reparada poco después por alguno de los residentes que instaló de nuevo el imbornal para evitar posibles accidentes de gravedad, pese a que el estado de conservación de alguno de ellos resulta más que preocupante, de la misma manera que varios tramos delicados de la vía, donde el riesgo de accidente es visible para los usuarios.
Cabe recordar que meses atrás, vecinos de la zona cortaron de manera unilteral el acceso a la zona de Sa Coma, Es Puig Verd y el Hospital Joan March. Dos bloques de hormigón aparecieron súbitamente en las proximidades del nuevo parque infantil, bloqueando el paso a la vía que conduce al centro hospitalario y a la urbanización, incluso a la línea 303 del TIB, que une Palma con el centro sanitario. Poco después, el Ajuntament de Bunyola se encargó de reabrir la vía, aunque el malestar por las altas velocidades a las que circulan algunos residentes -y trabajadores que acuden a la zona- y la inseguridad que genera han provocado el malestar de quienes allí viven.