La legalización del polígono industrial de Campos ya es una realidad. Este jueves el Ajuntament de la localidad ha celebrado a primera hora de la mañana un pleno extraordinario en el que se ha aprobado de forma definitiva una modificación puntual de las normas subsidiarias que soluciona los problemas urbanísticos que presentaba la zona desde hace décadas.
El cambio normativo ha sido aprobado con los votos a favor del equipo de gobierno (PP), los regidores de Vox y d'Endavant per Campos -PSOE. Los dos regidores de Més per Campos se han abstenido. A la sesión también han acudido muchos de los propietarios de las más de veinte naves afectadas, que una vez finalizado el pleno, han celebrado la decisión.
«Es un día importante para nuestro pueblo, no podíamos acabar el año de mejor manera», reconoció la alcaldesa, Xisca Porquer. La modificación supone cambiar la clasificación de unos terrenos a suelo urbano de servicios industriales y equipamiento docente; así como cambiar el uso de una parcela destinada a equipamientos recreativos a servicios industriales. «Hemos hecho urbanismo de justicia. Esta modificación de normas supone un alivio para una parte imprescindible del motor económico de Campos que ya pueden seguir trabajando con tranquilidad. Además también supone asegurar los puestos de trabajo de los cientos de trabajadores afectados», explicó Porquer.
Tras el pleno, la alcaldesa también fue crítica con los regidores de Més. «Nos hubiera gustado aprobar el cambio por unanimidad. Abstenerse en un tema como esto es dar la espalda a la gente de Campos», sentenció. Més justificó su abstención durante el pleno asegurando que habían tenido poco tiempo de estudiar «la extensa documentación» aportada.
El periplo administrativo hasta llegar hasta aquí ha sido largo. Después de que en mayo del año pasado se empezara a trabajar en este cambio, la modificación de las normas urbanísticas ha tenido que esperar las autorizaciones de Govern y Consell para poder, finalmente, aprobarse de forma definitiva.
El problema con una parte del polígono industrial fue provocado después de que una modificación de las NNSS en 1998 permitiera autorizar las licencias a las naves. La modificación que contemplaba el suelo de la zona como urbano industrial, fue anualada por sentencia y calificadas como rústico por la Ley de Urbanismo (LUIB).