Con unas calles del centro engalanadas con las banderolas confeccionadas por los vecinos, Llubí ha acogido este domingo la XXIV Fira de la Mel con un éxito de participación, tanto de expositores como de visitantes.
La plaza de la carretera ha concentrado un año más a los vendedores de miel y de productos derivados, que llegaron a la veintena. El cambio climático está afectando también a la producción y buena parte de la miel que se ha vendido no correspondía a este otoño. Aún así, la calidad de las mieles de Balears ha vuelto a triunfar entre los centenares de personas que han pasado un domingo de feria aprovechando para aprovisionarse para todo el año.
Los productos locales y los comercios llubiners también han contado con un espacio en la Fira de la Mel y los alrededores de la plaza han presentado un inmejorable y animado aspecto al llegar el mediodía. Otra de las propuestas que ha tenido mucha aceptación ha sido la exposición de trabajos y dibujos sobre las abejas que cada año presentan los niños del CEIP Duran Estrany y de la Escoleta Moixaina. El sábado también se celebró la víspera con una Fireta de Vins en la que participaron seis bodegas.