La fregadora autónoma, muy común en los aeropuertos, esquiva a los pacientes mientras limpia las instalaciones comunes del hospital. Según la Conselleria de Salut ‘Tomeu’ (nombre con el que el personal hospitalario ha bautizado a la máquina) «libera a trabajadores para que hagan otras funciones más importantes.
El robot, que tiene un coste de alrededor de 30.000 euros, es propiedad de Serveo, empresa concesionaria de la limpieza hospitalaria. Esta empresa tiene una plantilla de unas 60 personas empleada en el hospital de la Capital del Raiguer.
Hasta el momento Tomeu es el único de sus características en los hospitales de las Islas y todavía son muchos los pacientes que se sorprenden al verlo a su llegada al centro sanitario.