«He vuelto a Fornalutx, el precioso pueblo donde pasé mi infancia y…». De esta forma, el cantante del grupo musical Papa Topo empezaba un hilo en redes en el que parecía que iba a describir lo bonita que había sido su vuelta al pueblo donde se crio. Sin embargo, éste ha expuesto la situación real que se ha encontrado al volver y que tiene similitudes con muchos pueblos con encanto de Mallorca: la masificación turística.
El vocalista ha señalado su tristeza al ver la situación en la que se encuentra este pueblo de la isla. «No he podido evitar llorar de rabia», explica en su publicación. Y es que una de las sorpresas que más le ha impactado ha sido al ver lo que era su vivienda en Fornalutx y descubrir lo que es ahora. «La casa en la que vivía (concretamente la entrada y la habitación de los juguetes) es ahora una heladería. La carpintería que estaba al lado de la casa tiene ahora en la puerta el típico candado de Airbnb».
Otro punto que ha expuesto es la multitud de gente que hay por la calle, cuando supuestamente debería ser un lugar tranquilo. «Las calles están abarrotadas de influencers posando bajo el sol abrasador, y la gente local se ha convertido en una especie rarísima en ese decorado», ha indicado. Por otro lado, también se ha lamentado al ver que los productos que ahora vende el único horno del pueblo. «Ya no vende pan moreno mallorquín, pero sí sirve pain au chocolat y pan de masa madre. Los bares de la plaza ofrecen burrata con pesto rojo y mejillones con curry verde».
Por otra parte, ha finalizado su queja señalando como, desde su punto de vista, el turismo tiene cierto impacto negativo porque «al sacar a los lugareños de sus casas incrementando los precios de la vivienda y convirtiendo los negocios de toda la vida en souvenirs, están arrasando la vida y forma de vivir de sus habitantes. Aquello que hace especial e interesante nuestro territorio desaparece bajo las garras del turismo».
Esta reflexión ha sido bastante aplaudida en redes. Han sido varios los usuarios que le han dado la razón, lamentando la situación turística que viven varios pueblos de la isla. «La globalización arrasa con nuestra manera de vivir e impone la homogeneización cultural, con la que pronto será casi lo mismo estar en Fornalutx que en Malasaña», ha contestado el propio autor para finalizar el hilo.