El agua de la red pública del pueblo de Llucmajor presenta niveles de bromatos más altos de lo permitido, concretamente 11 microgramos por litro - cuando el máximo es de 10-. Una substancia que puede resultar cancerígena en altas dosis y que ha obligado al Ajuntament a tomar medidas preventivas para mejorar la calidad de ésta y cumplir con la normativa. Así, desde esta misma noche o mañana por la mañana el agua del grifo de los vecinos de la localidad será más salada de lo normal.
El motivo de esta situación es la medida provisional que Ajuntament y Aqualia (empresa concesionaria), con el visto bueno de Sanidad, empezaron a aplicar desde el pasado miércoles y que consiste en mezclar el agua del pozo contaminado con el agua de otro pozo disponible y cuya agua es salada. De esta manera se consiguen reducir los niveles de bromatos y mantener el agua de la red pública apta para su consumo. «Queremos dejar claro que el agua es apta para el consumo, lo único que cambiará será su sabor debido a un incremento de cloruro y sodio», recalcó la alcaldesa, Xisca Lascolas.
Desde el Ajuntament ya trabajan en una solución definitiva. «La próxima semana haremos pruebas para saber que solución es mejor para devolver el agua los niveles óptimos de bromatos», matizó Miquel Font, de Aqualia. Además, se realizan analíticas diarias para asegurar su potabilidad.
Con todo, la situación también ha sido trasladada a Recursos Hídrics para que se pueda hallar la causa de esta contaminación que aún se desconoce. Esta contaminación solo afecta al agua de Llucmajor pueblo y no a la del resto del municipio.