Los negocios turísticos en la costa son hoy la principal actividad económica de Muro, pero los murers no olvidan el gran peso que tuvieron en el pasado tanto la agricultura como las más de cien canteras que existen en el municipio, hoy casi todas cerradas. Este domingo, el público ha podido conocer cómo eran estos oficios que ocuparon a varias generaciones de vecinos gracias a dos muestras preparadas con motivo de la Fira de Sant Francesc.
En el claustro del Convent, la Mostra d'Artesania cumplía su XXXV edición alrededor de los pórticos, mientras que en el patio central había una muestra de las herramientas tradicionales que usaban los trencadors de marés, las personas que trabajaban en las canteras. El concejal de Festes i Tradicions, Rafel Gelabert, celebra que «muchos vecinos nos han aportado piezas antiguas que aún conservan en sus casas y que muestran el trabajo que se hacía primero de manera artesanal, y más adelante con alguna maquinaria». La feria de Muro ha hecho también un guiño al mundo rural con la muestra de ganadería, caballos y cans de pastor, así como un montaje que reproducía un huerto de marjal con sus elementos etnológicos típicos, molino, su aljibe y hasta un carro.
Pero no solo de tradición se ha celebrado la feria. En la plaza Comte d'Empúries una demostración de coches Tesla mostraba la vanguardia de la automoción a nivel mundial. Tampoco han faltado las últimas novedades en materia de soluciones para la sostenibilidad y la eficiencia energética. Y los más pequeños han tenido su propia «fireta del Ram» con una variedad de atracciones de feria y castillos.