Los agricultores y ganaderos de Mallorca han vuelto a hacer historia. Ya lo hicieron el 7 de marzo de 2020 con la marcha bajo el lema 'Pagesos al límit' y este lunes la superaron con creces al sacar a la calle cerca de 300 tractores. La unidad de acción de las diferentes organizaciones agrarias (Asaja, Unió de Pagesos y UPA), junto a las cooperativas agroalimentarias y el apoyo de los payeses de agricultura ecológica dio este lunes un resultado histórico al paralizar por unas horas el centro de Palma y visibilizar así la delicada situación que vive el sector agrícola en la Isla.
«Palma está colapsada, pero los payeses tienen razón; sobretodo con los precios que les pagan...», comentaban dos mujeres al ver la caravana de tractores bajando la avenida de Jaume III. Y es que buena parte de la sociedad secunda las protestas de los agricultores y así lo demostraron los aplausos, vítores y bocinas de apoyo que recibieron los tractores en su marcha desde los diferentes puntos de la Part Forana hasta Ciutat.
Las reivindicaciones del sector van dirigidas principalmente a Bruselas y al Gobierno central debido a las consecuencias de la nueva Política Agraria Común (PAC) y el Pacto Verde Europeo. Aunque otro de los mensajes que ha calado en la sociedad es la necesidad de establecer cláusulas espejo para la entrada de productos agroalimentarios procedentes de países extracomunitarios, así como la lucha necesaria contra el cambio climático.
Además, el sector de Mallorca también ha incluido tres demandas para el Govern balear como son la agilización de las tramitaciones por parte del Fogaiba, promover el producto local y trabajar de manera firme por el reconocimiento efectivo de la insularidad por parte de Bruselas. Unas reivindicaciones que los payeses trasladaron la semana pasada a todo el arco parlamentario y que acordó «un gran pacto agrario para los próximos diez años en Balears, a fin de que podamos sobrevivir independiente de las políticas», como señaló el presidente de Asaja, Joan Company acompañado por Sebastià Ordines (Unió de Pagesos), Jerònima Bonafè (Cooperatives Agroalimentàries) y Baltasar Martí (UPA).
Unas demandas que este lunes fueron trasladadas por los representantes de las tres organizaciones agrarias y las cooperativas al delegado del Gobierno, Alfonso Rodríguez Badal, para que las remita al Ministerio de Agricultura. Porque, como recordó Baltasar Martí, «nosotros hoy no venimos a pedir subvenciones, venimos a pedir soluciones».
Seis columnas de tractores
La jornada, entre reivindicativa y festiva, arrancó bien pronto. A las nueve de la mañana la primera columna de 30 tractores empezó a marchar desde Campos hacia Palma. Poco más de media hora más tarde partieron los tractores de la columna concentrada en el restaurante ses Torres (Ariany) con unos 25 vehículos a los que se les unieron otra veintena a su paso por Sineu y Santa Eugènia. En cambio, en el restaurante Es Cruce (Vilafranca) se concentraron un total de 47 vehículos que marcharon por la carretera de Manacor a buen ritmo.
Aunque la columna más concurrida fue la del Raiguer, con otros 60 tractores ‘armados' con pancartas reivindicativas de todo tipo. De estos, unos 20 procedían de sa Pobla. Desde Santa Maria partieron otros 15 y de sa Casa Blanca más de 20. Al igual que sucedía en las otras concentraciones, vehículos agrícolas e incluso algún camión se unieron a la marcha a su paso por las diferentes localidades para concentrarse todos en la avenida de Mèxic de Palma.
Si bien la movilización por las principales calles de Ciutat debía arrancar a las 11:30 horas, la gran cantidad de tractores (que no marchan a más de 30 km/h) provocó que hubiera cierto retraso y hasta que no llegó la última columna (de Ses Torres) sobre las 12 del mediodía. La cantidad de vehículos era tal que no cabían en la larga avenida y cuando arrancó la cabecera de la manifestación los de la cola estuvieron más de diez minutos en encender los motores para partir. Así también quedó patente en el transcurso de la protesta por la calle Manacor, avenidas, paseo Mallorca y Born, hasta llegar a la delegación del Gobierno. Todo quedó por unas horas bloqueado al tráfico ya que los tractores ocupaban el extenso recorrido.
Tanto era así que cuando los primeros tractores llegaron a la delegación del gobierno, los últimos de la cola de la manifestación todavía estaban en la plaza de España. Una muestra clara de la dimensión de la protesta. A ellos también se les unieron los payeses de agricultura ecológica, parte de ellos también concentrados a pie. También a pie se unieron una veintena de payeses procedentes de Sóller con el presidente de la Cooperativa de Sant Bartomeu, Miquel Gual, al frente, acompañados también por el regidor de Agricultura, Sebastià Aguiló. Además de una amplia representación de todo el arco político. Incluso el conseller del ramo, Joan Simonet, quiso mostrar su apoyo al sector, como también lo hizo una representación de las cofradías de pescadores.
«Hemos superado las expectativas y estamos muy agradecidos al sector primario porque la respuesta ha sido completamente positiva. Tenemos una responsabilidad para afrontar todo lo que nos proponemos», recalcó Company al finalizar la marcha ante la Delegación del Gobierno mientras el secretario de Unión de Pagesos calificaba la protesta como «día histórico».