El pueblo de Campos ha dejado constancia de su devoción por Sant Blai. Más de 600 personas han participado esta mañana en la tradicional romería 'Sant Blai sense fum'. A pie o en bicicleta han recorrido desde el centro del pueblo los tres kilómetros hasta el Oratori. El buen tiempo ha acompañado una jornada lúdica donde la salud y el compañerismo han sido las protagonistas.
Como manda la tradición, Campos celebra la festividad de Sant Blai con diferentes actos. A las 9,30 horas ha tenido lugar la concentración en la Plaça Major que ha contado con la colaboración de los Xeremiers de Campos y de Protección Civil. Ataviados con un pañuelo rojo se han sumado a la convocatoria impulsada hace unos años bajo el nombre de 'Sant Blai sense fum'.
El Oratori de Sant Blai fue la primera iglesia documentada en el año 1248. Ya en 1405 la parroquia se trasladó al núcleo urbano del pueblo pero los campaners conservan la devoción a ese templo. Año tras año los vecinos se suman esta romería que cuenta con una gran participación. También como manda la tradición se bendicen los alimentos y el aceite con el que los vecinos se pueden untar el cuello para protegerse del dolor de garganta.
En el Jardí de les Palmeres se ha desarrollado una demostración de 'cordar cadires', un taller de 'molinets de paper' y una 'Mostra de Falconeria'. A las 11 ha tenido lugar la misa solemne que ha contado con la participación de la Coral Infantil Sant Julià que ha estrenado y bendecido un nuevo teclado que se ha bautizado con el nombre de Blai.
Tras la eucaristía se ha dado paso al 'Ball dels óssos de Pinyol Vermell' que en esta ocasión ha sido más inclusivo con una figura adaptada a uno de los participantes en silla de ruedas. Luego se ha podido disfrutar de una 'ballada' a cargo de Brot de Taparera y una torrada.