La reforma de la antigua fábrica de tapices de Pollença Can Morató que Caixa Colonya prevé convertir en sede social ha conseguido finalmente el visto bueno del Govern. Desde el departamento de Recursos Hídrics se ha anunciado que el director general de este área, Joan Calafat, emitió ayer mismo una segunda resolución —esta vez favorable— a la rehabilitación del emblemático edificio.
Cabe recordar que hace cuatro meses el proyecto recibió la negativa de esta misma administración por el hecho de estar situado en zona inundable. Ahora, tras haber analizado las alegaciones de Caixa Colonya (que son los propietarios) y del Ajuntament de Pollença, el Govern ha rectificado y ha dado luz verde a la obra.
Eso sí, el visto bueno está sujeto a diversas medidas extra que no se contemplaban en el proyecto inicial. Así, la administración aconseja que se «eleve el nivel del suelo en áreas clave por encima de la cota de inundación estimada» y que se refuerce el muro perimetral y sea una «estructura debe ser elevada y fortalecida».
Ambas medidas se proponen para «garantizar la seguridad del espacio y disminuir el peligro de inundación del mismo», que precisamente se halla en una zona de riesgo. En esa misma línea se recomienda mantener una franja de servidumbre despejada, extendiéndose a lo largo de la ribera del torrente anexo. Además, la resolución impone restricciones sobre la aglomeración de personas dentro del recinto, en aras de la seguridad y la prevención del edificio.