Caixa Colonya ya ha presentado las alegaciones a la resolución de Recursos Hídrics que deniega la reforma de la antigua fábrica de tapices Can Morató, por estar en zona inundable.
La propiedad ha alegado «que se tenga en cuenta, en base a la normativa actual, las características de la zona y la singularidad del edificio». Así lo explicó ayer el presidente de Caixa Colonya, Josep Cifre, quien añadió que se trata de una propuesta que no va en contra de la resolución de Recursos Hídrics, sino que propone soluciones. «No queremos rebatir su consideración. Lo que hemos presentado son soluciones técnicas que se basan en tener en cuenta la protección y catalogación del edificio por el hecho de ser una antigua fábrica téxtil que necesitaba un torrente cerca», explicó Cifre.
Para ello, la caja de ahorros cartografió la zona con un dron de grandes dimensiones. Además, la entidad también ha presentado una modificación del proyecto inicial en la que ha incluido una batería de medidas para reducir el riesgo de inundación. «Si las alegaciones son aceptadas, ejecutaremos estas medidas preventivas», aseguró Cifre.
Entre ellas, se propone que el perímetro de la fábrica se construya con un «material rugoso como, por ejemplo, piedras, para rebajar la velocidad del agua», relató Cifre. También la apertura de un aljibe «para que el agua pudiera entrar en caso de desbordamiento del torrente», explicó. Eso sí, el presidente de Caixa Colonya insistió en que todas estas medidas se llevarán a cabo en el caso de que Recursos Hídrics estime las alegaciones presentadas por la entidad.
Ahora, el Govern tiene hasta un plazo de dos meses para anunciar si acepta o no el documento de Caixa Colonya y, en consecuencia, si finalmente autoriza la reforma de la antigua fábrica téxtil catalogada de Can Morató.
Vía judicial
También advirtió de que en el caso de que Recursos Hídrics no estime las alegaciones presentadas, la entidad optará por la vía judicial y presentará un recurso contencioso administrativo. Eso sí, el presidente de Colonya reconoció que «enfrentarse a un proceso judicial de entre tres y cinco años convierte el proyecto en inviable».
En ese supuesto, la entidad desistiría de la reforma del inmueble, que tiene gran valor patrimonial e histórico, anunció Cifre, quien lamenta la situación. «Es una pena», sentenció. El presidente de la entidad bancaria concluyó asegurando que están «esperanzados de encontrar una solución», aunque reconoció que «es difícil de entender que nos esté pasando esto». Fue en septiembre cuando Recursos Hídrics dictaminó que Can Morató se encuentra en una zona de flujos preferentes y, según la normativa estatal, existen restricciones si se encuentra en terreno rural, pero no si está en urbano.