Gran preocupación entre el sector agrícola y ganadero por la falta de precipitaciones. Hace meses que los payeses miran al cielo a la espera de las deseadas lluvias que, de momento, no hay previsión de que lleguen. La situación se ha agravado en las últimas semanas cuando se ha podido comprobar que muchos de los campos de agricultura extensiva de secano se quedan sin producción. «Lo que estaba sembrado no ha nacido y, los forrajes que ya habían brotado han muerto por sequía», lamentaba ahir el presidente de Asaja, Joan Company, mientras recordaba que esta situación afecta a la mayoría de campos de cereales y forrajes «lo que representa el 70 % de las tierras cultivas en secano».
También las extensiones de pastos se han visto afectadas por la escasez de precipitaciones, lo que supone que el 25 % de la superficie agraria útil está en situación de sequía. «No podemos olvidar que los campos de cereal y forrajes, así como las pastures son el paisaje de Mallorca que se ha quedado seco», añade. Company compara la delicada situación del campo de esta campaña con años anteriores. «El pasado mes de octubre registramos 41 litros por metro cuadrado en Mallorca, cuando la media es de 75. Pero la situación se agravó todavía más en noviembre, con 40 litros por metro cuadrado, cuando el año anterior habíamos registrado 100», ejemplifica el presidente de Asaja para dar a conocer el abaste real de la situación agraria.
Los cultivos de regadía, por contra, no tienen problemas aunque el sector está en alerta ya que se ven obligados a regar más de lo habitual en estas fechas, lo que puede repercutir después en las reservas hídricas de cara a la temporada de verano. «Estamos tirando del agua de los pozos», recalca. También los cultivos leñosos como almendros, olivos o incluso la vid sufrirá las consecuencias de la falta de lluvias, además de las elevadas temperaturas registradas hasta hace pocos días lo que provoca que el árbol no ‘hiberne'.
El sector ganadero también se ha visto afectado por la falta de precipitaciones ya que sin forrajes para el ganado y pastos, los payeses se ven obligados a comprar la comida para los animales. «Ello puede provocar que algunos ganaderos opten por reducir o quitar las cabañas de animales ya que no sale rentable si hay que comprar toda la comida», recuerda Company mientras recalca que en las isla hay 150.000 cabezas de ovejas y cabras reproductoras, y que si ni no tienen pastos «no se puede mantener el paisaje de Mallorca».
Por su parte, desde Unió de Pagesos también alertaron sobre la «situación extrema» que vive el campo ante la falta de precipitaciones que unido a las elevadas temperaturas «ha provocado que la campaña del cereal sea más incierta que nunca y que algunos payeses valoren incluso dejar de sembrar debido a la inviabilidad económica de una campaña que se estima que va a ser muy mala».
Ante esta situación, desde Unió de Pagesos su secretario general, Sebastià Ordines, pide a la Conselleria d'Agricultura que actúe de forma inmediata y que convoque la Mesa del Canvi Climàtic, además «de prever ya de una línea de ayudas para compensar al sector», añade.