Las primeras excavaciones en el Cementerio de Son Carrió han finalizado «sin resultados positivos», ya que los arqueólogos no han encontrado restos que a priori puedan corresponder a entierros de milicianos republicanos. Según ha recordado la Conselleria de Presidencia y Administraciones Públicas este martes en nota de prensa, en el marco de las actuaciones relativas al IV Plan de Fosas, la UTE formada por la Sociedad de Ciencias Aranzadi y ATICS.S.L. está llevando a cabo desde el 20 de noviembre una actuación de excavación y exhumación para la búsqueda de entierros de milicianos republicanos en el interior del Cementerio de Son Carrió (Sant Llorenç des Cardassar).
Durante estas primeras semanas se ha trabajado en la zona ajardinada situada en el nordeste del cementerio (a la derecha de la entrada principal), que se ha excavado en toda su extensión. En estas tareas se han podido documentar una gran cantidad de entierros ordinarios datados de finales del siglo XIX, mayoritariamente, y algunos de mediados del siglo XX.
Las primeras sepulturas se localizan dentro de unas acequias paralelas que podrían formar parte de antiguas zanjas de viñas del siglo XIX, que fueron modificadas para usarse como lugar de entierro. A finales del siglo XIX, una parte de los terrenos dedicados hasta entonces al cultivo de la viña se emplearon para construir el primer recinto cementerial en Son Carrió.
Durante las excavaciones realizadas desde el 20 de noviembre, los materiales aparecidos en las sepulturas corresponden a rosarios con pasta vítrea, cruces de metal, botones de cerámica y metal, y fragmentos de zapatos de cuero, en cuanto a los entierros de finales del siglo XIX y del primer cuarto del siglo XX.
También se han encontrado cuatro entierros más superficiales que presentaban calzado de caucho atribuido a la década de 1940-1950. Todos los entierros son en ataúd de madera y la inmensa mayoría presentan rosarios entre las manos.
En total se han documentado 42 sepulturas, seis agrupaciones de restos humanos en posición secundaria, sin conexión anatómica, y restos humanos removidos en los niveles superficiales. El equipo de antropología forense ha empezado a trabajar en el estudio de estos restos humanos para analizar si se puede evidenciar alguna lesión perimortal compatible con alguna herida producida por un acto de batalla.
Desde este pasado lunes se está procediendo al recubrimiento de esta zona ajardinada, con los restos humanos devueltos a su estado original, y en los próximos días se realizará la apertura del área izquierda, más cercana a la puerta antigua, para evaluar si hay restos humanos atribuibles a milicianos que murieron durante los combates en la conocida batalla de Mallorca de 1936 o el desembarco de Bayo.