Los municipios de Baleares que en el presente ponen a disposición de sus vecinos usuarios y propietarios de vehículos eléctricos una serie de puntos de recarga gratuitos han planteado la manera de iniciar el cobro por disponer de este servicio, un tema que se ha puesto sobre la mesa y que se ha debatido en la reunión del consejo ejecutivo de la Federación de Entidades Locales de Baleares (FELIB), que ha tenido lugar este martes.
Y es que esos puntos de recarga llevan consigo un coste mensual que asumen los propios consistorios que oscila entre los 800 y los 1.000 euros, a los que cabe unir los gastos de mantenimiento correspondientes. Destaca, además, que de las 880 estaciones de carga eléctrica para vehículos distribuidas por los municipios de las islas, se estima que cerca de un centenar no se hallan operativas por avería.
El gerente del Instituto Balear de la Energía, Mateu Ferrer, que ha formado parte de esta reunión de la FELIB, planteó que su departamento tiene sobre la mesa la idea de dar forma defitiniva antes de acabar el año a un censo que ubique los puntos de recarga que no están operativos, con el fin de proceder a su reparación.
Se han tomado como referencia las tarifas del Ajuntament de Consell y el hospital Mateu Orfila como modelos para poder fijar los precios futuros de cara al uso de los puntos de recarga, fijando un margen único, pese a que quien lo estime oportuno podría mantener la gratuidad del servicio. Se ha salido de la reunión con una propuesta común, con un precio de 0,25 euros kilovatio/hora, fijando recargos para las conexiones que sean superiores a las 10 horas, buscando agilizar la rotación del uso de esos puntos.