El Ajuntament de Bunyola tiene paralizada desde hace seis meses una promoción de seis viviendas, debido a un error en la concesión de la licencia urbanística. Los hechos se remontan al 2017, cuando la promotora presentó el proyecto que, aunque obtuvo el permiso pertinente, no se adaptaba a la normativa urbanística municipal. Las obras empezaron en 2019 –con parones durante la pandemia– y a medida que se iban desarrollando, un vecino se dio cuenta de que la construcción no cumplía con la normativa. En concreto, se superan los metros totales de edificación y también de profundidad del edificio en casi seis metros.
A raíz de la denuncia que se produjo el pasado mes de mayo, el Ajuntament –que ya contaba con un nuevo arquitecto municipal– procedió a revisar de oficio el permiso, a la vez que paralizó las obras de manera cautelar. Tras la revisión, el Ajuntament ha reconocido que el anterior técnico se equivocó, aunque apuesta por una «responsabilidad compartida» entre consistorio y promotora, ya que «presentaron un proyecto que no se adaptaba al planeamiento urbanístico».
El Ajuntament pidió a la promotora que «subsanase las deficiencias» para poder seguir con la construcción, pero la empresa, que no considera que tenga responsabilidad en el error y quiere continuar con el proyecto tal y como está, ha interpuesto un contencioso administrativo. Por ello, y debido a la falta de entendimiento entre las dos partes, el Ajuntament tiene que enviar al Consell Consultiu para que decida si la responsabilidad es compartida, como apunta el Consistorio, o si es únicamente del Ajuntament.
Así, el Ajuntament se enfrenta al pago de una indemnización a la promotora que, aunque no se ha concretado su cifra, podría llegar a alcanzar una «cantidad importante», según reconoció el alcalde Toni Riera en el último pleno. En él, el Ajuntament aprobó enviar al Consell Consultiu –aunque aún no lo ha hecho– el expediente, ya que no hay acuerdo entre la promotora y el Consistorio sobre la responsabilidad del error.